- Hay que hacerles ver a los estudiantes lo positivo del colegio, que no es un lugar, solamente, para hacer tareas, sino que hay actividades extra escolares o extra-programáticas, donde podrán compartir con sus nuevos amigos y compañeros.
Vacaciones entretenidas, días de sol y playa, juegos, películas, acostarse más tarde, en fin, horarios relajados, descanso y entretención. Pero como todas las cosas tiene su fin. Entrar al colegio puede transformarse en un fastidio tanto para niños como para padres, volver a los horarios y a la rutina escolar a veces no es fácil.
“En el caso de los más pequeños, los padres somos la clave para que esta entrada al colegio no sea un problema y que la adaptación nuevamente al sistema sea lo más relajada posible. Es importante entonces, considerar, el ir adecuando los horarios unos días antes del primer día de clases, para que el cambio no sea tan brusco”, aconsejó Ximena Ramírez, profesora de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello. “Desde un punto de vista práctico, es útil que los padres junto con los niños se preocupen de dejar todo preparado la noche anterior: la mochila con los útiles y delantal, el uniforme, la colación, para que así ese día en la mañana disminuyan las probabilidades de atraso, lo cual produce o aumenta la tensión”, agregó.
CONSEJOS:
La enfermera subrayó que es necesario que los padres deben “mostrar lo positivo de ir al colegio, no sólo en relación a lo que van a aprender sino reforzar que se van a reencontrar con sus amigos, que van a poder jugar y conversar de lo que hicieron en vacaciones, que el colegio no es solamente hacer tareas, están las actividades extra escolares o extra-programáticas, de las cuales los niños disfrutan mucho”, dijo.
En el caso de los niños que van por primera vez al jardín infantil o al colegio, Ximena Ramírez comentó que “el enfrentamiento del primer día escolar es diferente para cada niño y existen múltiples factores que inciden en la disposición del niño a este evento, así un niño que es hijo único podría tener mayor dificultad para adaptarse que uno que provenga de una familia numerosa y que puede haber sido expuesto a diferentes ambientes sociales.
La clave está en cómo los padres enfrentan esta situación, por lo que los especialistas recomiendan no olvidar que estos son el principal apoyo y para esto deben mantener la calma y confianza en las habilidades de su hijo. Que el primer día no se transforme en una carga”. “Lo ideal es que el primer día y ojalá la primera semana sean los padres o al menos uno de ellos el que lo lleve y traiga del colegio. El miedo a sentirse abandonados es lo más duro para ellos, por eso rompen en llanto a la hora de despedirse, así, los padres deben ser muy claros en que es solamente por unas horas y que luego lo llevarán a casa nuevamente”, explicó la docente de la UNAB.
“Se debe mostrar interés en lo que el niño cuente de su primera experiencia y seguirlo reforzando positivamente, con frases como: ‘que lindo el dibujo que hiciste, mañana aprenderás más cosas entretenidas’, ayuda muchísimo a este periodo de adaptación, el cual suele durar mas o menos una semana, con eventual recaída al lunes siguiente, si la situación de llanto y miedo al abandono persiste por más de dos semanas es recomendable consultar con un especialista”, advirtió la enfermera.
UNIFORMES Y ÚTILES:
La profesional también sugirió que los padres deben tener en cuenta realizar las compras escolares con la anticipación requerida para evitar el estrés de última hora. “En el caso de los uniformes, se aconseja que deben ser de casimir, lana poliéster o bien casimir de poliéster, rayón y viscosa. La elección de los zapatos también es importante, ya que deben ser durables y cómodos, adecuados a la actividad del niño, la cual en los pequeños es muy alta”, subraya. Hoy existen las listas escolares las que son de gran ayuda para los padres y apoderados. “Es importante fijarse en la calidad de los productos y que estos no tengan componentes tóxicos, sobre todo, en el caso de los más pequeños. Además, recomendó el uso de mochila con ruedas para evitar el exceso de peso a nivel dorsal que a futuro pueda causar algún tipo de daño en la columna”, concluyó la docente. (Fuente: Universidad Andrés Bello).
Por Rita Patricia Rivera, Periodista DEM.
